Ey nena,
el caos crea
virtud, y vos
estática ahí
eclosionando
en el viento
y pensando
en todos esos aviones
pacíficos y bellos
que estallan en el cielo,
y desordenan
nuestra paz estelar
quiero estar allá
lejos del ruido del patrullero
viendo como las bandas invisibles,
envuelven a la gran ciudad piedra
de ruidos extraños
-hay una maquina abandonada acá-
y señalas el espacio
cerrando los ojos,
dibujando la forma triunfante
del corazón
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